El terremoto y tsunami que arrasó con Japón alarmó a todo el mar del pacífico. Se han lanzado las alarmas y alertas en todos los países de la costa de Sudamerica, entre ellos el Perú. La parte norte del país sería uno de los más afectados por oleaje anómalo que llegaría incluso hasta la bahía de Sechura provincia de Piura.
Esta noticia despertó toda mi curiosidad y decidí ir rumbo hacía la caleta más cercana, Parachique. La gran ola visitaría la bahía sechurana a partir de las 8:00 de la noche y por ello todos los pobladores debían abandonar sus viviendas antes de las 6:00 p.m., sin embargo, al llegar grande fue la sorpresa pues decenas de pobladores se encontraban parados frente al mar para ver el gran espectáculo de la ola gigante.
Como una película
Mientras avanzaban las horas decenas de personas entre jóvenes, madres y niños llegaban hasta la defensa ribereña de la caleta de Parachique para buscar un lugar y apreciar el oleaje anómalo como si se tratara de una película.
Pocos habían tomado conciencia de abandonar sus viviendas y evacuar hacia las partes altas pese a que las autoridades llegaron hasta el lugar para solicitarles que se retiren de la zona. Era increíble ver la falta de conciencia y la irresponsabilidad de los pobladores y pescadores, quienes a pesar que se les prohibió realizar la faena de pesca estos continuaron con su trabajo durante la noche.Más tarde esta negligencia de los pobladores casi les pasa la factura. El oleaje anómalo llegó con fuerza por la noche y se destrozó varias embarcaciones. Muchos pobladores empezaron a huir de junto a sus pequeños en medio de la oscuridad. Afortunadamente solo una persona resultó herida. Pero hubo cuantiosos daños materiales. Sin duda la naturaleza les dejo una gran lección.
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